sábado, 5 de enero de 2013

¡A por los sueños!


El próximo martes por la tarde estaré en Buenos Aires. Aunque ya tenga medio hecha la mochila, listos los papeles y el pasaporte, no me hago la idea. Después de ahorrar durante más de dos años y sacrificar cosas por el camino, aún no me creo que por fin haya llegado el momento esperado.

¿Cómo será el día a día en Argentina? ¿Cómo será mi vida en Chile? ¿Me sentiré feliz en Bolivia? Mi cabeza se pregunta un millón de cosas, pero no encuentro respuesta para ninguna. Sin embargo, la incertidumbre de no saber qué va a pasar, dónde vamos a dormir, comer o a quien vamos a conocer, al contrario de de producirme angustia, me da una especie de ilusión, risa y morbo. Supongo que me sostiene una gran fe (en no sé qué), estoy convencida de que éste es mi camino y, además, tengo a mi lado a tres grandes amigas y compañeras de viaje.

Almu, Vane, Aida y yo nos conocemos desde hace más de 10 años. Unas nos encontramos en la universidad, cuando nuestros sueños ya empezaban a perseguirnos: queríamos escribir, ser independientes y, sobre todo, viajar. Justo en el 2003 Vane y yo nos íbamos de Erasmus, ella a Torino, y yo, a Venezia. No lo sabíamos, pero aquella experiencia nos iba a cambiar la vida. Aida acabó tan rápido como pudo la carrera para irse a Dublín un tiempo, fue allí donde conoció a Almu. Desde entonces hemos pisado mil sitios desde Italia, Irlanda o Canadá, pasando por India, Turquía, Xixón, Kenia, Lavapiés o Bilbao... Hemos aprendido otras tantas cosas, por ejemplo a ser compañeras de piso, a levantarnos tras un desamor, a luchar por nuestros derechos, a bailar Bollywood, a formarnos en redes sociales, a elaborar sushi... Hemos seguido nutriéndonos las unas a las otras, confiando y soñando juntas y por separado.

Me siento afortunada de hacer realidad este sueño (en mi cajón mental hay muchos más, claro): conocer América Latina, aprender de la gente, sentirme útil, intentar cambiar algo de lo que va mal, crecer en mi profesión. Hoy mismo a través del vídeo de Inknowationescuchaba que si una persona se arriesga, sale de su “área de comodidad” y trabaja para llegar a una meta, puede conseguir lo impensable. Todo el mundo tiene un sueño, la cuestión está en si nos atrevemos o no a llevarlo a cabo. 

3 comentarios:

  1. SIGUE TU CAMINO ADELANTE, MIRA DE VEZ EN CUANDO ATRAZ PARA NO OLVIDAR A LOS QUE SE QUEDARON EN LA ORILLA DEL CAMINO PERO SIGUE BUSCANDO TUS SUEÑOS...BONNE ROUTE...BISOUS. TRINITE

    ResponderEliminar
  2. Mucha suerte en tu aventura. Ya sabes que yo soy de las que aconseja seguir tus sueños sean cuales sean. Al menos de esta forma nunca llegarás a preguntarte, ¿qué hubiera pasado si...? Ya sabemos que tenemos detrás, es la hora de mirar qué hay más allá! Sea como sea, va a ser una experiencia única! Un petonàs! Estaré atenta a les actualitzacions del teu blog!

    ResponderEliminar