miércoles, 2 de octubre de 2013

Y... volé

No fue un sueño. No andaba con un par de cervezas de más, ni tampoco caí rendida a los encantos de un chico... Cuando digo que volé, es que volé de verdad.

Ayer hice Canopy, una especie de tirolina hecha de cable de acero por la que una se desliza a más de 70 metros de altura. La reserva de Mindo atrae a turistas desde hace 14 años para realizar cual fantasía en realidad.

La primera vez me lancé sentada, el cuerpo hacia atrás y los pies cruzados. El vértigo ante la inmensidad del bosque me daba terror. A pesar de los cables de acero, los hierros ensamblados y la profesionalidad de los chicos, nada me daba confianza. Si no hubiera sido por Armando y Alexandra, me pierdo la experiencia.

El chico chileno y su amiga ecuatoriana estaban de vacaciones por la zona, me recogieron en su taxi cuando yo iba a pie por el camino que llevaba a la genial atracción. Enseguida surgió tan buen rollo, que pasamos todo el día juntos. Ellos me animaron a hacer posturas extrañas en el aire, poses que quitaban el hipo, mientras me grababan des del extremo.

El grito que pegué al caer cuando me tiré boca abajo duró minutos. Parecía superwoman (vídeo aquí), el torso recto como una tabla, agarrada por la espalda y con los brazos abiertos. Veía las copas de los árboles a lo lejos, sentía cerca los pájaros, casi podía rozar las nubes. No tenía nada adelante a lo que agarrarme, sólo estábamos yo, el viento y el bosque.

Luego me tiré boca abajo, con los pies mirando el cielo y las piernas abiertas como una mariposa (vídeo aquí). Notaba las correas en mi cadera, veía un enorme techo azul. Era como estar en un Dragon Khan, pero del revés todo el rato. Supongo que algo parecido debe ser lanzarse de un avión, hacer parapente o jumping. ¡Qué ganas de volver a volar!


2 comentarios:

  1. Ahora espero que vueles hasta Quito de regreso para poder vernos, nomás...

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  2. Sigue volando Anna ..... los que quedamos atrás, te recordamos como el ser libre que eres .... sin destino .... sin apuro .... solo con deseos de llegar a destino.
    Armando

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