miércoles, 16 de octubre de 2013

Cuentos de Bogotá

Judith Castillo vivía a más de media hora en bus desde el centro de Bogotá. Aunque andaba liada con su tesis, un estudio sobre el lenguaje docente, me recibió en su casa con una enorme sonrisa y mil cosas para contarme.

Había nacido en Barranquilla, como Shakira y Sofía Vergara, y al igual que ellas lucía cuerpazo y una melena brillante habiendo pasado con alegría los treinta. Tras su apariencia atractiva, se escondía una mujer soñadora y apasionada por su profesión: maestra.

Aunque empezó estudiando ingeniería en la universidad, enseguida se dio cuenta de que lo suyo era la enseñanza. "Mi profesión es mágica. Fui bendecida para ser profesora, incluso me becaron todos los estudios", recuerda orgullosa. De aquello ya hace más de 12 años. Desde entonces, Judith forma parte del Centro de Animación a la Lectura. Primero se encargó de la biblioparque, y luego sus maestras y dueñas del proyecto, le cedieron las riendas del grupo. 

Cuando se colocaba ante el público, agarraba un gran cuaderno con nubes pintadas y entonaba la melodía del cuenta cuentos. "La canción narra la historia de un mundo gris, en el que un día aparece una mariposa llamada imaginación, que logra que regresen los colores". Judith tenía la capacidad de narrar cualquier cosa, de improvisar de forma espontánea y natural. 

Me contó la Leyenda de Wareke, una historia sobre las mujeres de la Guajira y su dominio en el arte de tejer. El cuento duró más de 10 minutos. Judith se movía de un lado al otro del salón, pegaba fotos en el libro, cambiaba de voz en cada personaje... parecía no faltarle ni el aire ni la energía. 

Aunque poseía un amplio repertorio de batalla, su fábula comodín, que le servía frente a niños, jóvenes y ancianos, era Disculpe, ¿es usted una bruja?, de Emily Horn. Su sueño era publicar un libro con cuentos propios, pero necesitaba tiempo: "Como dice Gabriel García Márquez, no se puede escribir todo de una sentada, hay que dejar la pluma en el tintero". O en otras palabras, lo bueno se hace esperar.

                                    

1 comentario:

  1. Que entretenida aventura y que tia mas guapa, perdon tias. Una barranquillera con metas y sueños que hace realidad. Corto pero preciao.

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