martes, 22 de octubre de 2013

Motivos para venir a Colombia

Todo lo que conocía de Colombia tenía que ver con peligro. Las guerrillas, los secuestros, las FARC, los paramilitares, el negocio de la cocaína, Pablo Escobar... Mi madre y mi hermana me repetían que no fuera, me advertían del riesgo de ir sola, y más siendo mujer. 

No obstante, durante mi viaje encontré a decenas de turistas que lo consideraban lo mejor de Sudamérica. Y es que no hay que creerse ni la mitad de tantas historias terroríficas, y más si los que te aconsejan ni siquiera han pisado el país. Si bien es cierto que hay desplazados, que existen secuestros y que los guerrilleros aún actúan, éstos se concentran en zonas muy alejadas, caminos por los que una mochilera como yo jamás iría. 

Hay que entrar a Colombia con la mente abierta, dejando los prejuicios en la frontera. Este país tiene más maravillas como ningún otro en América Latina: el 35% de su superficie es selva, posee cientos de bosques y zonas tropicales, con multitud de plantas y animales, goza de playas de ensueño en el Caribe y puede presumir de tener el mejor café del mundo. Se respira alegría en su ambiente: se oye salsa y vallenato las 24 horas del día por sus calles, locales y hasta dentro de las busetas de colorines. Los colombianos y las colombianas sonríen, se mueven con dulzura, se interesan por todo y entablan conversación enseguida con el que se acerque un poco.

Me siento querida y cuidada, como la que vuelve a su pueblo de verano y encuentra la paz del vivir sin prisas. Cada día me acogen todos, desde la mujer que me vende el tinto por la mañana, hasta el paisano que me regala una arepa con queso.

Estoy en Manizales desde hace cuatro días, en casa de Mancho. Lo conocí en un albergue de Salento, dormía en la cama de al lado, conversamos varias tardes y compartimos cena y brindis. Vive con su madre y su hermano pequeño y, aunque durante la semana anda liado en una empresa gaseoducta, los fines de semana disfruta a tope siendo guía de montaña. Conoce el Valle de los Nevados y los cerros del Caldas como la palma de su mano, y me muestra con cariño las maravillas de su tierra.

Y por aquí ando, dejándome querer por Colombia y enamorándome cada día más de ella. 




  


2 comentarios:

  1. Colombia es uno de los más bellos y cálidos países que he conocido. En fui muy feliz siempre que lo visité. Lo amo!!!

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  2. Hola Anna que gusto leerte!... que sigas disfrutando de las maravillas de mi tierra. Un abrazo Judith

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