lunes, 2 de diciembre de 2013

Panamá, territorio gringo

Se paga en dólares, hay banderitas en azul, rojo y blanco en todos los balcones y se oye spanglish por las calles. Panamá es ya parte de Estados Unidos, un pequeño territorio libre de impuestos, en el que sus habitantes viven al más puro estilo yankee. Mucho centro comercial, mucha hamburguesa, mucha basura.

Crucé la frontera después de un viaje en lancha, uno en avioneta y otro en autobús. Y me fui directa a Bocas de Toro. Algunos dicen que esta zona tiene las mejores playas del país: aguas turquesas, cocos y palmeritas, pero apenas hay arena para colocar la toalla. Lo que fue una laguna de islas de pescadores se ha convertido en un negocio caribeño para que los guiris se tuesten al sol y beban cerveza. A pesar de la lluvia cansina de los primeros días, pude zambullirme en las playas de Red Frog y de las Estrellas, donde bucear es como estar en un mundo azul. 

Y me reencontré de nuevo con Almu, Vane y Aida. Ellas se alojaban en la avenida principal, así que cada mañana las pasaba a buscar para hacer alguna excursión. No recordaba lo bien que se pasa en su compañía. Añoraba reírme con ellas, relajarme durante horas y recordar anécdotas del viaje. Sin prisas, sin agobios, días de tumbarnos al solete. 

Ya no me preocupo por el presupuesto diario, son como vacaciones dentro de las vacaciones. No hay más planes más allá de esta semana, y es que el regreso a casa está a la vuelta de la esquina. Tristeza, nervios, ganas... Empieza la cuenta atrás...




1 comentario:

  1. Ani, soy Nayara! Estoy deseando verte y qué nos cuentes mil historias maravillosas, pero echaré de menos tu blog que consigue ponerme la piel de gallina con tus experiencias. Un abrazo

    ResponderEliminar